¡Hola a tod@s!
Hoy vengo con la receta de uno de mis postres favoritos, gofres. Además de por lo buenos que están, este postré tiene para mí cierto aire nostálgico. Cada vez que veo, huelo o saboreo... mmmm... uno, es inevitable que lleguen a mi mente imágenes de los veraneos de mi infancia.
Cuando era niña, siempre veraneaba junto con mi familia al mismo "municipio playero", todos los veranos, uno tras otro (era lo que se llevaba entonces) (◐.̃◐)
Junto al paseo marítimo había un remolque de gofres. El olor a gofres y chocolate se percibía a distancia, según ibas acercándote por la calle que llevaba hasta el paseo, el olor se hacía cada vez más y más intenso. Cuando llegabas a la altura del remolque ¡tenías un hambre voraz!
Por aquello de que estábamos de vacaciones, mis padres eran mucho menos severos con la alimentación, y casi todas las tardes caía algún gofre rebosante de chocolate.
Sin cole, sin restricciones caloríficas ni de azúcares. Los veranos eran maravillosos
Aquellos eran los clásicos gofres belgas con sirope de chocolate. Para no repetir una y otra vez con los mismos gofres, esta receta es una variante. La masa incluye canela y chocolate blanco.
También suelo preparar la receta clásica, en realidad sigue siendo mi favorita ;)
ELABORACIÓN
En un cuenco, incorporamos los huevos y batimos. Añadimos la mantequilla derretida y continuamos batiendo. A continuación incorporamos el azúcar, batimos un poco más.
Mezclamos los ingredientes secos, la harina, la
levadura, la canela en polvo y la sal. Tamizamos e incorporamos al cuenco, poco a poco, sin dejar de batir la mezcla. Unimos todo bien hasta que consigamos una mezcla lisa y uniforme.
Incorporamos el chocolate blanco rallado y mezclamos suavemente con movimientos envolventes.
Una vez tenemos preparada la mezcla, hay dos opciones.
- Gofrera
- Moldes de gofres para horno.
Si los hacemos en la gofrera, untamos un poco de aceite en cada una de las placas, arriba y abajo. Encendemos y dejamos calentar. En mi gofrera se enciende una luz verde cuando está lista para usarse, pero eso depende de cada modelo.
Cuando este caliente, verteremos dos cucharadas, bien colmadas, de la mezcla sobre cada
cavidad de la gofrera. Los dejamos entre tres a cinco minutos (dependerá lo tostados que queramos los gofres).
Si los hacemos en el horno, precalentamos el horno a 220º. Engrasamos con aceite el molde que vamos a utilizar. Rellenamos con cucharadas de la mezcla cada uno de los huecos del molde hasta cubrir los picos. Introducimos en el horno y horneamos unos 15 min.
Retiramos los moldes del
horno y desmoldamos dándoles la vuelta, sobre la bandeja del horno. Dejamos hornear otros 5 min aprox. para que se dore la otra cara de los gofres, el lado con los huequitos.
Una vez sacamos los gofres de la gofrera o el horno, podemos acompañarlos como más nos guste. Chocolate (lo más típico), caramelo, nata, siropes de frutas, etc. Las posibilidades son amplias.
Una vez sacamos los gofres de la gofrera o el horno, podemos acompañarlos como más nos guste. Chocolate (lo más típico), caramelo, nata, siropes de frutas, etc. Las posibilidades son amplias.
Como la masa ya lleva chocolate, he acompañado los gofres con sirope de fresa casero. Para que no fuera chocolate con chocolate... aunque con lo que me gusta el chocolate, para mí no es demasiado
Si quieres preparar sirope de fresa casero:
Y hasta aquí la receta, que entre batallitas, fotitos, y dibujitos se ha hecho larguísimo.
XOXO ٩(͡๏̯͡๏)۶
Aún me queda una ...
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